lunes, 26 de noviembre de 2012


El ombligo, principal fuente de bacterias

Un equipo de investigadores la Universidad Estatal de Carolina del Norte, en Estados Unidos, ha hallado hasta 2.000 especies de bacterias diferentes que han escogido nuestro ombligo como su lugar de residencia.
En el estudio Proyecto de la Biodiversidad del Ombligo, publicado en la revista PLoS ONE,participaron diferentes grupos de voluntarios y en todos ellos se encontró una gran actividad orgánica.
Sin estos microbios, nuestro sistema inmune no funcionaría adecuadamente.
Según los investigadores, el ombligo es "el portal por el que nos conectábamos a nuestras madres, y el recordatorio físico de nuestro pasado evolutivo", además de ser lugares relativamente aislados donde los microbios se mantienen "a salvo".
Un descubrimiento que ha sorprendido tanto a científicos como a simples aficionados en la materia, porque los biólogos no se habían molestado en analizar la diversidad de la vida microbiana en diferentes hábitats, centrándose únicamente en determinados lugares.
A esto hay que añadir además la complejidad a la hora de clasificar estas bacterias. Lo que está claro es que este estudio refleja nuestra ignorancia de la diversidad microbiana. «Al principio, comenzamos este proyecto para ayudar a la gente a entender el maravilloso sistema ecológico que nos cubre de la cabeza a los pies, por dentro y por fuera», explica Robert Dunn -coautor del estudio-. Pero en algún punto, el proyecto pasó de la divulgación a la ciencia.
El ombligo está menos expuesto que otras partes de nuestro cuerpo a los productos químicos y a la «contaminación» de otras personas con las que nos encontramos cada día, por lo que suponía una muestra de piel ideal para ser analizada por los investigadores.
El ombligo está repleto de bacterias y microorganismos.
Algunas de las bacterias encontradas como las arqueas, nunca se había encontrado en la piel humana, y estaban presentes en menos de diez de cada 60 personas. Pero las más comunes, como los estafilococos, eran compartidas por más del setenta por ciento de los voluntarios. Sin embargo, los científicos no han conseguido explicar por qué unas bacterias son más frecuentes que otras en determinados ombligos.
Rasgos como el sexo, la edad o el lugar de residencia no parecen tener la más mínima incidencia. «No conozco ningún estudio que sea capaz de explicar las diferencias en las bacterias de la piel de una persona a otra. Es un gran misterio que permanece vivo ahora mismo en nosotros», señala el científico.
De la misma forma, los científicos intentan conocer cómo modificar nuestro comportamiento de manera que podamos favorecer a las especies que nos mantienen sanos y evitar a las que nos hacen daño. ¿Prestas atención a esta parte del cuerpo o la tienes olvidada?
Fuente: New Scientist

miércoles, 21 de noviembre de 2012


Cifras que paralizan la temperatura

Calentamiento real

El calentamiento global es uno de los desafíos más importantes de nuestro tiempo. Sus consecuencias marcan un punto de inflexión en el desarrollo presente y futuro de la humanidad. Adaptarnos a los nuevos cambios, o morir en el intento.  
Por: Peter Espinoza P.*

Los cambios climáticos que experimenta nuestro planeta siempre han habido. Sin embargo, en las últimas décadas se están produciendo diversas alteraciones climáticas que escapan de lo inusual. El aumento o la disminución brusca de las temperaturas promedio por estación, los acelerados deshielos en los nevados y los polos, las constantes inundaciones y sequías, la mayor frecuencia de ciclones y huracanes, entre otros eventos; serían apenas el preámbulo de los que nos esperaría, con la agudización de este fenómeno.

Durante el último siglo, el promedio de la temperatura global aumentó en 0,74°C, lo que supone un calentamiento extraordinariamente rápido para los tiempos de la tierra. Expertos y científicos declararon que los 90 fue la década más calurosa de los últimos mil años, y la situación es cada vez peor, pues entre 1995 y 2006, el planeta ha tenido once de los doce años más calurosos, desde 1850.

Es por ello que el término 'calentamiento global' ha sido bastante usado, para referirse  al aumento de la temperatura en la superficie de la tierra. No obstante, como este término no explicaba los demás fenómenos que se daban en el suelo, la atmósfera y las aguas, ahora los científicos hablan de ‘cambio climático’ para referirse a estas extrañezas que padece el planeta.

Según la definición utilizada por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), el ‘cambio climático’ se refiere a cualquier alteración del clima producida durante el transcurso del tiempo, ya sea debido a la variabilidad natural o a la actividad humana.

Perú, país en alerta climática
En medio de esta parafernalia medioambiental, nuestro país resulta uno de los más vulnerables al  ‘cambio climático’, porque gran parte de su población, además de vivir en condiciones de pobreza y pobreza extrema, se dedica a actividades económicas y productivas que dependen directamente del clima: pesca y agricultura, este último, afectado por la pérdida de los cultivos vulnerables, como el maíz, la papa y el arroz, que forman parte de la canasta básica familiar del peruano.

La pérdida del 22% de la superficie de nuestros glaciares en los últimos 30 años, que a la vez son el 71% de los glaciares tropicales del mundo (La superficie glaciar del país se redujo de 2.041 Km2 a 1.595 Km2, lo cual significa una pérdida de 446 Km2 en 27 años), ha provocado la reducción acelerada de las reservas de agua disponible de los glaciares, el incremento del riesgo de desprendimientos de hielos inestables y la formación de lagunas de origen glaciar que pueden ocasionar desembalses.
Esta pérdida representa 7000 millones de metros cúbicos de agua, que equivale al consumo de agua de la población de Lima durante un periodo de 10 años. En efecto, casi el 80% de nuestra electricidad se genera en centrales hidroeléctricas.

En la Cordillera Blanca, donde se encuentra el 35% de los glaciares peruanos, la superficie de hielo se redujo de 723 Km2 a 535 Km2, lo que representa una pérdida de 188 Km2. El glaciar Broggi ha retrocedido 941 metros en 56 años (1948-2004); el Uruashraju 682 metros en 57 años (1948-2005), el Yanamarey 724 metros en 57 años (1948-2005) y el Gajap 499 metros en 57 años (1948-2005). También hay una pérdida del 50% del glaciar Coropuna, que irriga las Pampas de Majes, en los últimos 50 años.

El famoso Pastoruri se redujo 490.67 metros en 25 años (1980-2005), a una velocidad promedio de 19.63 metros por año, lo que representa una pérdida de más del 40% de su área. Esto ha provocado que se mantenga cerrado al turismo por seguridad.

De otro lado, la cobertura forestal del Perú en el año 1975 alcanzaba los 71,000 Km2; en el 2005 esta superficie se había reducido a 68,000 Km2. La costa fue la región más afectada, pues pasó de tener 1,667 Km2 de bosques a sólo 874 Km2. Esto se asemeja a un territorio equivalente a seis veces la ciudad de Lima.

La tasa anual de deforestación de la Amazonía peruana en el periodo 1990-2000 fue de 1,500 Km2. Dicha cifra representa una pérdida de vegetación de más de 4 Km2 por día. Lluvias e inundaciones cada vez más fuertes y frecuentes en el norte del Perú.

El área total deforestada en la selva amazónica, durante el periodo 1990-2000, representa el 10,36% de la superficie de los bosques amazónicos. El departamento de San Martín es el que presenta la mayor superficie deforestada con 1 327 668,52 ha (18,51%), mientras que el departamento con menor superficie deforestada es La Libertad con 7231,26 ha (0,10%) .

Aunque la emisión de gases de efecto invernadero (GEI) en el Perú tiene un índice bajo en comparación con otros países de la región, el más grave problema de contaminación del aire en Lima es causado por las partículas sólidas que emite el sector transporte por el uso de combustibles ‘sucios’. El transporte provoca el 86% de la contaminación del aire en Lima, mientras que las emisiones industriales representan el 14% restante.

El cambio climático pone en riesgo el desarrollo local y representa un peligro a los planes de desarrollo; es un factor determinante en el proceso de desarrollo de las regiones, hoy en día. De hecho, se estima que los eventos climáticos extremos serán más frecuentes y devastadores a medida que el clima siga cambiando, amenazando la seguridad alimentaria y  energética del país (alrededor del 60% de la producción de electricidad en el Perú se basa en centrales hidroeléctricas), lo que tendrá considerables repercusiones económicas.

El Informe Stern, 2007 (Estudio internacional realizado por el economista inglés Nicholas Stern y que constituye el primer intento por valorizar los impactos del cambio climático en las diferentes regiones del mundo), señala que los países de América Latina y el Caribe serán afectados significativamente por la variabilidad y los extremos climáticos; siendo el Perú uno de los países más afectados por fenómenos hidrometereológicos relacionados con el  Fenómeno del Niño 1982-83 que, según el Banco Mundial, las pérdidas ascendieron a 14 mil millones de dólares, a nivel mundial, de los cuales 2 mil millones correspondieron a la costa oeste de América del Sur, donde casi la mitad de las pérdidas ocurrieron en Perú: 55% de las pérdidas en infraestructura de transporte, 15% en agricultura, 14% en energía, y 9% en educación; ascendiendo a una pérdida equivalente al 6% del PBI (IPCC, 2001).

Según el Ministerio del Ambiente, el sur del país será la que experimente un mayor calentamiento, así como reducción de lluvias del orden del 20% en promedio. Las regiones con mayores pérdidas económicas por fenómenos climáticos en los últimos años fueron Puno y Apurímac en el sur; Junín y Huánuco en el centro, Cajamarca y Piura en el norte. Mientras que en el oriente fue San Martín. Todas estas regiones que se encuentran en la línea de pobreza y pobreza extrema.

Las repercusiones económicas por efecto de cambio climático que causa la aparición de plagas (El tizón Tardío) en los cultivos de papa nativa en el norte del país son de US$ 2.1 millones por campaña agrícola. Una de las especies más sensibles al cambio climático son las orquídeas; la variedad más conocida de ellas, la Cathaleia Rex, estaría en peligro de desaparecer.

En conclusión, de todo lo anterior se deduce entonces que los impactos del cambio climático tienen el potencial de poner en riesgo los principales medios de vida de la población, comprometiendo su supervivencia actual y futura.

SUMILLAS:
“Entre 1995 y 2006 ha tenido 11 de los doce años más calurosos desde 1850”
 “La deforestación, los gases de invernadero y el aumento de la temperatura de la tierra influyen con mayor incidencia en el cambio climático”.
“Se estima que un 89% de la infraestructura vial en nuestro país es altamente vulnerable a los eventos climáticos.”
*Periodista, editor de la revista Actualidad Militar y Expresión Militar del Ejército de Perú.