sábado, 20 de mayo de 2017

Recursos hídricos y gestión de cuencas


Por: Patricia Altamirano
El Perú, además de sus innumerables tesoros ambientales, tiene en las cuencas hidrográficas un potencial por desarrollar, que ha sido en cierta forma olvidado por sucesivos gobiernos.

La cuenca hidrográfica es el territorio que cuenta con un sistema de drenaje natural, y sus aguas dan al mar a través de un río o a un lago. Para muchos especialistas una planificación territorial -y por ende el uso de los recursos naturales- podría regularse teniendo en cuenta las cuencas hidrográficas. Se afirma que a mediano plazo estas podrían convertirse en una de las unidades de división que delimiten un territorio, lo cual no suena descabellado, ya que a través de ellas se produciría una integración social y territorial teniendo como punto medio el agua.

Precisamente bajo esa mirada, el Banco Mundial y la Autoridad Nacional del Agua (ANA) ejecutarán el proyecto Gestión Integrada de Recursos Hídricos del Perú en 10 cuencas, que es financiado por un préstamo de US$ 40 millones.

El nuevo proyecto prioriza a 24 de un total de 159 cuencas en el Perú por su importancia productiva y fortalecerá los seis consejos de recursos hídricos de cuenca existentes y se crearán cuatro nuevos consejos en Urubamba, Pampas, Mantaro y Alto Mayo, todos ubicados en la región hidrográfica del Atlántico.

La escasez de agua y los cambios en el clima impactan en las cuencas, particularmente en las de la vertiente del Pacífico donde, a pesar de su intensa actividad económica y su alta densidad poblacional, solo cuenta con 1.8 % de los recursos hídricos. 

En el Perú, se tiene además el deterioro de la calidad del agua, insuficiente tratamiento de las aguas residuales en zonas urbanas e industriales junto con vertimientos sin restricciones, así como los huaicos e inundaciones que afectan la seguridad y la salud de los pobladores, el costo de producción de agua potable, las perspectivas de la agroexportación y la economía en general.


El costo total del programa asciende a US$ 88.15 millones, de los cuales el Gobierno peruano aportará US$ 48.15 millones y el Banco Mundial US$ 40.00 millones. El cierre del proyecto está previsto para el 2022, pero los beneficios serán por muchos años, sobre todo si consideramos que las cuencas podrían ser el espacio de gestión territorial, puesto que el agua es el eje para organizar y vincular a las diversas comunidades de una determinada área; conlleva a realizar acuerdos para manejar los recursos naturales de forma sustentable y sobre todo si se integra al poblador local como ejecutor de sus propias necesidades.

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