lunes, 29 de junio de 2015

Mapa: Los países mejor y peor preparados para afrontar el cambio climático

Mapa: Los países mejor y peor preparados para afrontar el cambio climático

No todos los países están igualmente preparados ante los desafíos del cambio climático. Una comisión internacional de expertos convocada por la revista científica 'The Lancet' ha ofrecido su estimación del grado de preparación de cada uno de ellos.
Una revelación de la comisión es que afrontar el cambio climático no solo puede ser un problema, sino "la mayor oportunidad" de la salud global del siglo XXI. Estados como Noruega y los demás países escandinavos, Nueva Zelanda, Australia y el Reino Unido se encuentran en la lista de naciones en una situación más ventajosa para aprovechar esta oportunidad.
Mientras tanto, los diez con más posibilidades de sufrir más gravemente los efectos del cambio climático son Chad, Eritrea, Burundi, la República Democrática del Congo, la República Centroafricana, Sudán, Níger, Haití, Afganistán y Guinea-Bisáu. Es decir, los Estados más pobres y menos desarrollados sufrirán más las consecuencias de su emisión de gases y otras sustancias contaminantes, el efecto invernadero y demás manifestaciones de la alteración del clima a escala mundial.
Mapa: Los países mejor y peor preparados para afrontar el cambio climáticotheecoexperts.co.uk
A partir de las conclusiones que sacaron los expertos de 'The Lancet' para cada país, el sitio web Business Insider ha mapeado un mundo diferenciado en función de los distintos niveles de preparación para hacer frente al cambio. En la infografía las probabilidades de supervivencia oscilan entre el 31,6% y el 82,7%: las estimaciones que corresponden, respectivamente, a Chad y Noruega.
Para elaborar el mapa se tuvo en cuenta la política sanitaria de cada país y la infraestructura de que dispone para oponerse al calentamiento a nivel nacional. Los expertos dejaron aparte las diferencias dentro de cada país, pero afirman que en todos los países hay regiones o zonas mucho menos preparadas para manejar la situación, como es el caso de las ciudades de Miami y Nueva York en EE.UU.

Terroríficо mapa de la NASA: la Tierra se está quedando sin agua

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Los acuíferos subterráneos más grandes del mundo, que son fuente de agua dulce para cientos de millones de personas, se están agotando a un ritmo alarmante, según nuevos datos proporcionados por satélites de la NASA. Un mapa de la agencia muestra cómo el planeta se está quedando sin agua.
Se estima que 21 de los 37 acuíferos subterráneos más grandes del mundo, que se ubican en regiones que van desde la India y China hasta EE.UU. y Francia, han pasado sus puntos de inflexión de sostenibilidad, informa 'The Washington Post'. Según científicos de la NASA, esto significa que fue extraída más agua de la fue repuesta durante el período de estudio que duró una década, desde 2003 hasta 2013.
Los datos de satélites de la NASA conformaron la primera evaluación detallada para demostrar que los principales acuíferos realmente están dando batalla para mantener el ritmo de las demandas de la agricultura, las poblaciones en crecimiento, y de industrias como la minería. "La situación es bastante crítica", afirma Jay Famiglietti, científico de la NASA. Según él, los problemas con el agua subterránea se ven agravados por el calentamiento global. 
Condenados a desaparecer: países que se hunden ante nuestros ojos
Los acuíferos subterráneos suministran el 35% del agua utilizada por los seres humanos en todo el mundo. Los más problemáticos se encuentran en regiones pobres y densamente pobladas, como en el noroeste de la India, Pakistán y el norte de África.
El acuífero del mundo que presenta más dificultades —que está sufriendo un agotamiento rápido con poco o ningún signo de reabastecimiento— es el Acuífero Árabe, una fuente de agua utilizada por más de 60 millones de personas. Le siguen la cuenca del Indo en la India y Pakistán, y la cuenca del Murzuk-Djado en Libia y Níger.

El metano del Ártico podría 'tragarse' los presupuestos de todos los países del mundo

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Un estudio de un grupo internacional de científicos sugiere que una de las posibles consecuencias de la fusión de los glaciares del Ártico podría ser una catástrofe a nivel global debida a la tremenda emisión de gas metano.
La universidad politécnica de la ciudad siberiana de Tomsk ha puesto en marcha un programa internacional de estudio de las posibles consecuencias de la fusión de los glaciares del Ártico. Expertos de Rusia, EE.UU., Suecia, Países Bajos, Gran Bretaña y otros países han unido esfuerzos para estudiar el problema y prevenir la catástrofe que entrañaría la emisión de unos quinientos campos de metano que se encuentran bajo los espesos hielos glaciales.
De acuerdo con los científicos, en el peor de los escenarios, la humanidad se enfrentaría una catástrofe global para paliar sus consecuencias, que requeriría la suma de los presupuestos de todos los países del planeta.
Si esto sucede, el Protocolo de Kioto parecería un escenario demasiado optimista
El año pasado fueron organizadas dos expediciones internacionales al Ártico para estudiar a fondo el efecto de la degradación del 'permafrost' bajo el agua sobre el clima del planeta en el mar de Láptev y en el Océano Ártico. En esta última expedición, a bordo del rompehielos de investigación Oden, participaron 80 expertos de 15 universidades del mundo.
"A profundidades de 60 a 100 metros fueron detectadas enormes emisiones de metano. En estas aéreas el 'permafrost' se encuentra en contacto con agua tibia del fondo durante aproximadamente 9.000-10.000 años, lo que es suficiente para que el agua se descongele. [...] En total, durante nuestra última expedición en Oden pudimos hallar unos 500 campos anómalos de expulsiones de metano", contó al diario ruso 'Rossiskaya Gazeta' el científico ruso Igor Semiletov, uno de los participantes de la expedición.
Es decir, el derretimiento de los glaciares conlleva la liberación a la atmósfera del metano que se encuentra en las profundidades del Ártico, y este gas no expulsado puede afectar de forma impredecible a la ecología de la Tierra. Los científicos involucrados en el programa contemplan cuatro opciones: desde la más suave a la extremadamente terrible, la que los investigadores tachan de 'catastrófica'. De acuerdo con esta última previsión, la concentración de las emisiones de metano se incrementará en varias veces. "Si esto sucede, el Protocolo de Kioto parecería un escenario demasiado optimista", aseguró Semiletov.
El científico señaló que los investigadores de Países Bajos han estudiado el escenario 'catastrófico' mediante un modelo económico, llegando a la conclusión de que la lucha contra las consecuencias de una catástrofe semejante requerirá unos 70 billones de dólares. "Este es el presupuesto de todas las economías del mundo", dijo el explorador ruso. "El clima no tiene fronteras nacionales. Todos lo pasarán mal", recalcó.

lunes, 22 de junio de 2015

VIDEO: Lanzan el satélite Sentinel-2A para estudiar los efectos del cambio climático

VIDEO: lanzan el satélite 'Sentinel-2A', que ayudará a estudiar el impacto del cambio climático

Este martes ha sido lanzado desde el puerto espacial de Kourou (Guayana Francesa) el satélite Sentinel-2A con una innovadora cámara multiespectral de alta resolución capaz de fotografiar zonas afectadas por inundaciones, erupciones volcánicas o incendios.
Sentinel-2A es el segundo de los satélites del programa europeo Copérnico de la Agencia Espacial Europea (ESA por sus siglas en inglés), que debe proporcionar datos de la superficie terrestre y de los océanos, informa RIA Novosti.
Con ayuda de este satélite, los científicos esperan obtener datos sobre la gestión del medio ambiente para poder elaborar, por ejemplo, mapas de territorios afectados por desastres. También se podrá estudiar la deforestación de algunas zonas y evaluar el impacto del cambio climático, analizando, por ejemplo, el retroceso de los glaciares. 
Video: https://www.youtube.com/watch?v=90ySx2XawJU

Encíclica verde: Francisco llama a la humanidad a revertir “espiral de autodestrucción”




“Frente al deterioro ambiental global, quiero dirigirme a cada persona que habita este planeta (…) Debemos buscar otros modos de entender la economía y el progreso”, afirma la máxima autoridad de la Iglesia Católica.

Por Frei Betto


ALAI, 20 de junio, 2015.- En homenaje a San Francisco de Asís, el papa Francisco lanzó una encíclica holística, “Alabado Sea”, en la cual asocia la degradación ambiental al aumento de la pobreza mundial.

El texto constituye un llamamiento urgente a la humanidad para salir de la “espiral de autodestrucción”.

El jefe de la Iglesia Católica condena el actual modelo de desarrollo centrado en el consumismo y en la obtención del lucro inmediato. Denuncia “la incoherencia de quien lucha contra el tráfico de animales en riesgo de extinción, pero permanece completamente indiferente ante la trata de personas, se desentiende de los pobres o se empeña en destruir a otro ser humano que le desagrada”.

Salvar el planeta es salvar a los pobres, clama Francisco. Ellos son las principales víctimas de las secuelas dejadas por invasiones de tierras indígenas, destrucción de los bosques, contaminación de ríos y mares, por uso excesivo de agrotóxicos y energía fósil.
El texto rescata la interacción bíblica entre el ser humano y la naturaleza y hace mea culpa en cuanto al modo en que la Iglesia interpreta el mandato divino de “dominar” la Tierra.

También amplía el significado de “No matarás”: “Un veinte por ciento de la población mundial consume recursos en tal medida que roba a las naciones pobres y a las futuras generaciones lo que necesitan para sobrevivir”.

No hay desarrollo social positivo y el progreso científico positivos, advierte el papa, sin el respaldo de la ética y la centralidad del bien común en todo lo que se investiga y planifica.
El combate a la idolatría del mercado es enfático, al señalar que el hambre y la miseria no van a terminar simplemente con el crecimiento de la economía. “El mercado por sí mismo no garantiza el desarrollo humano integral y la inclusión social”.

Más allá de criticar como inocuas todas las reuniones importantes de la cumbre sobre el tema del medio ambiente, ya que las buenas intenciones no salen del papel, Francisco amplía el concepto de la ecología para resaltar la “ecología integral”, la “ecología cultural” y la “ecología de la vida cotidiana”.

Ninguna otra encíclica contiene tanta poesía. Francisco destaca que “Todo el universo material es un lenguaje del amor de Dios… El suelo, el agua, las montañas, todo es caricia de Dios”.

Descarga el texto completo de la encíclica “Alabado Seas” [PDF, 1 MB, 192 páginas] con un clic en el siguiente enlace: http://www.aica.org/subidas/1438.pdf

Traducido al español por ALAI – Fuente: http://www.alainet.org/es/articulo/170510


fnh.vps.20.jun.2015

domingo, 21 de junio de 2015

Científicos: "Estamos entrando en la sexta gran extinción masiva"

Estamos entrando en una nueva extinción masiva que amenaza la existencia de la humanidad
Un nuevo estudio científico advierte que una nueva extinción masiva amenaza nuestro planeta, lo que podría poner en riesgo la existencia de la humanidad. De hecho, las especies están desapareciendo unas cien veces más rápido de lo normal para un periodo entre extinciones masivas.
"El estudio muestra sin ninguna duda significativa que estamos entrando en la sexta gran extinción masiva", afirman el profesor del Stanford Woods Institute for the Environment y uno de los autores de la investigacion, Paul Ehrlich, según aparece reflejado en un comunicado de la Universidad de Stanford.
Ehrlich y sus colaboradores de la universidad Autónoma de México y de Florida exigen una acción rápida para conservar especies amenazadas, poblaciones y hábitats, advirtiendo que "la ventana de oportunidad" para hacerlo "se está cerrando con rapidez".
Según los científicos las tasas de extinción han alcanzado niveles sin precedentesdesde que los dinosaurios se extinguieron hace 66 millones de años. El estudio muestra que, incluso ateniéndonos a estimaciones muy conservadoras, las especies están desapareciendo hasta unas cien veces más deprisa de lo normal en un periodo entre extinciones masivas.
"Si dejamos que esta situación continúe, la vida podría tardar muchos millones de años en recuperarse y nuestra especie podría desaparecer pronto", advierte Gerardo Ceballos, de la Universidad Autónoma de México.
Entra las causas principales de esta situación, los investigadores destacan el cambio climático provocado principalmente por el desbroce de tierras para la agricultura, la explotación forestal, la introducción de especies invasoras y las emisiones de CO2.

¿Al mundo le quedan solo 100 años?

Ciencia vuelve a advertir: Al mundo le quedan solo 100 años

En 2010, el biólogo australiano Frank Fenner predijo que los humanos nos extinguiremos en 100 años, porque el planeta será inhabitable. Ahora, el ingeniero David Auerbach ha resucitado la teoría volviendo a advertir que no le queda mucho tiempo a nuestro planeta.  
El ingeniero y escritor estadounidense David Auerbach ha rescatado recientemente la teoría del año 2010, ideada por el reconocido microbiólogo australiano Frank Fenner. El científico había sostenido 5 años atrás que el planeta colapsaría en el año 2100 por culpa de la superpoblación, la devastación de los recursos y el cambio climático.
"La predicción de Fenner no es una apuesta segura, pero es cierto que no hay manera de que la reducción de emisiones sea suficiente para salvarnos de la tendencia hacia nuestra condena", escribe Auerbach en un artículo en Reuters. El escritor plantea que la reducción de las emisiones "es sólo la mitad de la historia", y la mitad más fácil. Lo más duro será un esfuerzo para encontrar las tecnologías necesarias para revertir el apocalipsis climático que ya ha comenzado.
El objetivo general, argumenta el columnista, es evitar que la temperatura del planeta aumente más de 2 grados Celsius. Aumentos más altos (5 grados) podrían provocarinundaciones, hambrunas, sequías, aumento del nivel del mar,  extinción masiva y el posible traspaso al punto de inflexión (establecido en un aumento de 6 grados) que "podría volver inhabitable a gran parte del planeta y acabar con la mayoría de las especies".
Auerbach indica que todavía no existen soluciones contundentes y seguras para reducir las concentraciones de CO2 en la atmósfera: todavía tenemos que descubrirlas y regularlas. "Lograr una sociedad de carbono neutral es una meta necesaria a largo plazo, independientemente de otras soluciones tecnológicas", afirma.

lunes, 15 de junio de 2015

¿Por qué es más fácil terraformar Marte que reverdecer desiertos en la Tierra?


Marte


Si es posible modificar el clima de un planeta entero para hacerlo habitable, ¿por qué no se pone más hincapié en renovar la Tierra, frente al cambio climático y sus consecuencias?
A pesar de que en los últimos años la ciencia ha avanzado para visualizar un Marte habitable, se estima que para la creación de oxígeno respirable se necesitarían cientos y cientos de miles de años, sin mencionar la toxicidad actual para los astronautas y la dificultad de los viajes. 
A largo plazo, la geoingeniería es una obligación
El portal Hopes & Fears ha dialogado con el científico de la NASA Christopher McKay para averiguar por qué no se plantea la idea de realizar lo mismo en la Tierra y reverdecer los desiertos que se vuelven cada vez más inhóspitos. 
"Es posible hacer cambios climáticos regionales, pero es muy difícil hacerlo sin afectar otras regiones", advierte McKay. "En principio, se podría cambiar el clima en la Tierra de modo que el Sahara deje de ser un desierto, pero al hacerlo, seguramente se cambiaría el clima en otra zona", añade. "Nadie apoyaría un programa que pretenda convertir el Sahara en una selva tropical debido a los efectos secundarios que podría causar en el clima del resto de la Tierra", explica el científico.
McKey explica las diferencias que existen entre Marte y la Tierra, haciendo una comparación entre "los humanos en la Tierra y un elefante en una tienda de porcelana". "Hagamos lo que hagamos, siempre rompemos algo. Pero en Marte, somos como un elefante en un campo vacío. Cualquier cosa que haga el elefante es positiva", explica el científico.
Al mismo tiempo, McKey opina que sí es posible mitigar el cambio climático y frenar la destrucción del hábitat y de las especies, en parte, gracias a la geoingeniería. Sus dos escenarios más eficaces para la Tierra, en opinión de McKay, serían fertilizar los océanos con hierro y añadir aerosoles en la atmósfera. "Finalmente, tendremos que aprender cómo realizar la geoingeniería. A largo plazo, no es una opción, sino una obligación", concluye el científico.

domingo, 14 de junio de 2015

Algo va mal en la naturaleza: Osos polares empiezan a comer delfines (Fotos)

¡Algo va mal en la naturaleza!: Osos polares empiezan a comer delfines

Científicos noruegos han detectado, por primera vez, cómo los osos polares devoran delfines en el Ártico. Dicha expansión en la dieta de los carnívoros es una evidencia más de que el mundo está en peligro, amenazado por el calentamiento global.
Aunque los osos polares suelen alimentarse de focas marinas, es muy raro que los delfines hayan empezado a formar parte de su dieta, sostienen investigadores del Instituto Polar Noruego en su estudio publicado en la revista 'Polar Research'.
Así, a partir del año pasado fueron detectados varios casos de comportamiento inusual en estos carnívoros del Ártico, algo que los expertos vinculan con el calentamiento global, que hace que los delfines cambien su hábitat y se desplacen al Ártico. 

martes, 9 de junio de 2015

Perú es el tercer país más vulnerable del mundo al cambio climático

Nota de Redacción:
Este artículo apareció el año 2004. Por su importancia la publicamos para conocimiento de nuestros lectores. Algunos datos pueden haber variado, pero, al final las actividades antrópicas son las que están afectando los ecosistemas, el cambio climático, la desaparición de especies, la contaminación ambiental y el efecto invernadero de la tierra.
"El Instituto Tyndall Centre de Inglaterra declaró al Perú como el tercer país más vulnerable del mundo ante la crisis climática por su ubicación exclusiva en el planeta. Han pasado años desde su publicación (2004), pero el problema se mantiene patente y no parece haber remedio alguno.                                                       Luego del primer lugar ocupado por  Honduras y Bangladesh, el país sudamericano ocupa el tercer lugar, hecho que afecta, de igual manera, a su sociedad y economía. Los peruanos saben que algo anda mal, la actitud esquizofrenia del clima y los desastres naturales que son pan de cada día no son productos del azar". 


Por Milton López Tarabochia / servindi.org  / 17.Enero.2014

El Instituto Tyndall Centre de Inglaterra declaró al Perú como el tercer país más vulnerable del mundo ante la crisis climática por su ubicación exclusiva en el planeta. Han pasado años desde su publicación (2004), pero el problema se mantiene patente y no parece haber remedio alguno.

Luego del primer lugar ocupado por  Honduras y Bangladesh, el país sudamericano ocupa el tercer lugar, hecho que afecta, de igual manera, a su sociedad y economía. Los peruanos saben que algo anda mal, la actitud esquizofrénica del clima y los desastres naturales que son pan de cada día no son productos del azar.

La vulnerabilidad climática es el grado de susceptibilidad  de un territorio ante el cambio climático. Este índice varía según la localización, sensibilidad  y adaptación posible de la región.

América Latina y el Caribe son zonas débiles de manera especial contra las inclemencias de la naturaleza. Esto se explica por ser áreas con una serie de climas extremos y variados en sus territorios.

El Perú, específicamente, es vulnerable por tener en sus tierras grandes fenómenos hidro-meteorológicos como los huaycos, sequías, lluvias torrenciales, heladas, granizadas, entre otros; o formaciones orogénicas determinantes de su clima como la Cordillera de los Andes, además de la Amazonía, pulmón del mundo. Ambos son lugares estratégicos a nivel mundial para el mantenimiento de la vida.

Por otro lado, posee una gigantesca gama de climas: 27 de los 32 a nivel mundial. Dichas condiciones lo hace un país rico en ecología y recursos naturales, pero frágil ante el calentamiento global.

Según el Ministerio del Ambiente (MINAM), los fenómenos antes mencionados se han incrementado seis veces desde el año 1997 al 2006. No olvidemos que el Fenómeno del Niño es una constante dañina que nos visita con más intensidad cada año, igual que los llamados “friajes”.

Daños futuros, problemas presentes
El Minam ha declarado que estas son las siguientes consecuencias para la nación peruana frente a la imbatible transformación del clima: la pérdida del 22 por ciento de los glaciares, que significan el 71 por ciento de glaciares tropicales para el mundo.
La pérdida de la fauna y flora amazónica, como de los cultivos clásicos en la mesa de las familias peruanas, arroz, papa, maíz. Además habrá un deterioro importante de las carreteras del país debido a que un 89 por ciento son vulnerables al cambio climático.

El agua es un pilar en la problemática ambiental. En 40 años el Perú poseerá solo el 60 por ciento de lo que tiene ahora. Recordemos que la escasez del recurso hídrico, sumada a las altas temperaturas, atiza los incendios forestales y la expansión de plagas en el territorio nacional.

Estos últimos efectos demuestran una incidencia en la dinámica socio-económica del país. Los seres humanos destruimos nuestro hogar. Tanto así que mientras pase el tiempo y el clima cambie, muchas zonas no serán aptas para muchos animales. Así se producirá una migración de comunidades biológicas sin precedentes.


La especie humana es la principal responsable del cambio climático
El ser humano desde su aparición en la tierra siempre se ha jactado de poder realizar una serie de hechos trascendentales y -sin duda- tiene méritos. Pero también es agente de la destrucción del planeta.

El año pasado el Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC, siglas en inglés), creado por la Organización Meteorológica Mundial y el Programa de la Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), declaró en un informe que la actividad humana es la principal causante del calentamiento global desde 1950. El reporte se realizó con un 95 por ciento de probabilidad.

Dicho estudio pone fin a un debate sobre el verdadero origen del calentamiento global, entre posturas científicas que abogaban por la culpabilidad del hombre, o, quienes sostenían que era una manifestación natural del planeta. Esta última postura defendida a capa y espada por las trasnacionales dedicadas a la explotación forestal, minera o de hidrocarburos.

Las empresas pertenecen, entre las más productivas, a países del medio oriente como Catar que según el Banco Mundial emite 40,3 por ciento de dióxido de carbono (CO2) de toneladas métricas per cápita, o del continente americano como Estados Unidos que emite 17,6 por ciento.

El hombre y sus empresas son causantes de que la temperatura vaya a subir un promedio de 2 grados centígrados (entre 1 a 5,8 según la latitud y ubicación del país), al igual que el incremento del nivel del mar en un promedio de 50 cm.

La ciudad de Venecia podría ser una de las principales afectadas por una inundación. Sin embargo, Lima padecería todo lo contrario, una sequía.
Recordemos que una de las primeras fuentes de agua potable para la capital es el agua proveniente del hielo derretido de las cordilleras. Y al no haber glaciares como el Pastoruri, entraríamos a lo que algunos especialistas llaman la Gran Sequía, que se produciría en la costa y en la sierra.

El Perú será sede de la  vigésima Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 20) en diciembre de este año. Y tendrá un arduo reto hacia la realización de un nuevo acuerdo climático que sea, más que todo, consecuente. Más aún si la anterior conferencia, la COP 19 en Varsovia, no resultó como se esperaba

fnh.vps.25.may.2015

viernes, 5 de junio de 2015

Contranatura


 Tomado de  Ideele Revista Nº 250
Gerardo Saravia Editor de la Revista Ideele
Patricia Wiesse Directora de la Revista Ideele
Secar ríos, modificar cuencas hidrográficas, crear un río artificial de relaves, hacerlo desembocar en el mar, desaparecer valles agrícolas, reducir áreas de pasturas; cambiar el color del océano, matar su flora y fauna, dejar sin agua a una ciudad, esparcir humos sulfurosos, multiplicar las enfermedades locales. Esta destrucción omnipotente ha sido perpetrada en 59 años y no en una semana, como el acto de creación del Universo que narra la Biblia. Con procedimientos  invasivos y agresivos, la naturaleza fue violentada ante la vista y paciencia de los sucesivos gobiernos.
Lo que vivimos ahora – la oposición al proyecto Tía María – es producto de seis décadas de destrucción medioambiental. La “bronca” de los pobladores del valle del Tambo va a cumplir 60 años, y se inició cuando el viento hizo que los humos de la refinería de Ilo giraran de sur a norte, cubriendo sus cultivos con una capa amarillenta de polvo sulfuroso.
“El valle de Cinto, en Tacna, se secó. Era la zona de las uvas y de los ricos vinos y piscos. La Southern lo dejó como una pasa y se llevó el agua a Toquepala. Eso fue a fines de los años 50. Dicen que todo era verde, pero yo lo conocí cuando estaba seco y abandonado. Había casas medio derruidas; ya no estaban los grandes toneles en los que se procesaba la uva. Quedaba alguna gente mayor que hacía forrajes. No vi cultivos”, recuerda Jorge Quesada, uno de los legendarios dirigentes que fue secretario general del sindicato de esa empresa en los 80, años de efervescencia política y social. Él trabajó como obrero en la fundición y vivió en el campamento minero que era del tamaño de un distrito.
Solo queda la huella del río: un tajo polvoriento. La poca agricultura que se realiza actualmente en el Valle de Cinto depende de 17 pozos tubulares. En Tacna, la irrigación Pampa Sitana corrió la misma suerte, y hoy sufre un déficit de agua de 0.125 metros cúbicos por segundo. Candarave soportó una reducción de su área agrícola por el mismo motivo.
Es importante precisar que se trata de una región con una escasez de agua histórica. Allí, en la cuenca del río Moquegua y en la cuenca del río Locumba, se instalaron las minas de Cuajone y Toquepala, respectivamente. Para que ésta última pudiera funcionar, la empresa utilizó los riachuelos cristalinos de los acuíferos de las cabeceras de cuenca, y los depositó en sus dos reservorios. Construyeron pozos tubulares que chuparon el agua del subsuelo en las pampas de Huatire-Gentilar . Esto provocó que, desde el año 1970, disminuyera el caudal del río Callazas que, a su vez, se alimenta de la laguna Suches. Y como esto no fue suficiente, construyeron un dique que impidió el drenaje natural de la laguna hacia ese río.
Se trata de una sucesión de daños encadenados. La empresa consiguió autorización y licencias para desviar el río Torata y ampliar el tajo de la mina Cuajone. Por eso, en este momento, están en grave riesgo la zona de pasturas y la parte alta de los valles Tumilaca y Torata. Hasta el año 2005, había obtenido sin ningún problema diez autorizaciones para el uso de aguas subterráneas y superficiales, y logró renovar la licencia de uso de agua subterránea del acuífero de la laguna de Vizcachas y del agua superficial de la laguna de Suches, cuyas aguas fueron derivadas a la mina.
Esta disminución de la capa freática en la zona trajo consigo sequías que afectan el crecimiento de los pastos, la migración de la fauna silvestre y la desertificación de los valles.
Lo que ocurre en la cuenca del río Moquegua es similar. Solo que además de albergar a la mina de Cuajone, la parte baja del río ha tenido que soportar el peso de la fundición y de la refinería de Ilo.
“Cuando llegué a Ilo el problema principal era la falta de agua”, sostiene Quesada. El año 1975 ya no había agua en la ciudad de Ilo. Southern construyó una planta de desalinización en la ciudad para abastecer el campamento de Ciudad Nueva. “Era un agua salobre, de mala calidad. No se podían cocinar los frijoles porque salían duros”, recuerda. Como no había agua en el puerto de Ilo, los tricicleros la sacaban de los pilones del campamento que después vendían en el puerto. Hasta que la empresa un día les prohibió hacerlo.
El caso llegó al Tribunal del Agua en Holanda. La presión social fue muy fuerte. En esa época el sindicato tenía la fuerza para hacer huelgas de 45 días, la Izquierda Unida era fuerte en la zona y los municipios eran piezas clave de este movimiento. La batalla por el agua y en contra de la contaminación duró casi 20 años. Finalmente, el gobierno decide construir una represa en Tacna y otra en Moquegua que soluciona la escasez.
Qué verde era mi valle, la película de John Ford, ganadora del Oscar el año 1941, dejó de ser ficción cinematográfica.
Los vientos que Southern sembró
El viento era travieso y le jugaba malas pasadas a la empresa. “El otro problema grave en Ilo era la contaminación ambiental, producida por los humos tóxicos. Cuando el viento soplaba en dirección contraria, llenaba de humo la ciudad, y si giraba de sur a norte, los humos llegaban hasta el valle del Tambo, en la provincia arequipeña de Islay”, agrega Quesada. Las cuatro chimeneas de la fundición, ubicada al oeste de las minas, a unos metros del océano Pacífico, parecen dragones que no paran de inundar el cielo con sus bocanadas de humo espeso.
El exdirigente sostiene que durante el gobierno de Velasco, el Estado obligó a la Southern a indemnizar a los agricultores del valle de Ilo, que eran productores de aceitunas, porque el humo estaba matando los frutos de los olivos. Hubo una protesta de los agricultores porque la empresa no quería pagarles lo que la ley establecía. Ante esto, los agricultores del valle de Tambo también reclamaron por los daños que les ocasionaban los humos. El dirigente añade: “La empresa les dijo que a ellos no les tocaba nada porque estaban fuera del área de influencia de la empresa. Por eso, el conflicto por Tía María tiene una indignación acumulada desde entonces”.
En el año 1985, Southern firma un acuerdo con el gobierno peruano para renovar su fundición. Los equipos son modernos, las plantas de ácido sulfúrico y de oxígeno también. La renovación concluyó el año 2007. Colocaron medidores con alarmas que sonaban cada vez que los indicadores de humos sobrepasaban los límites permisibles. Cuando eso ocurría paraban los hornos. Eso aminoró la contaminación, pero no acabó con ella. Un año después, un informe publicado por el Observatorio de las Empresas Transnacionales (OET), ennumera una serie de daños causados por las emisiones de dióxido de azufre que emite la fundición. Uno de ellos es el deterioro de la calidad de aire que produce una alta tasa de problemas respiratorios y cancerígenos. Otro es la sulfatación de los suelos que produce bajo rendimiento de los cultivos. Y finalmente, la presencia de la lluvia ácida que se esparce hasta 300 kilómetros a la redonda.
Un caudaloso y hediondo río
Los relaves de la actividad minera - estas mezclas de rocas, tierra, ácidos y venenos - siempre son difíciles de esconder. Si hubiera una alfombra, los ocultarían debajo; pero como la naturaleza no se los permite, los transportan por canales de conducción a través de las quebradas. El peligro de un derrame siempre está latente. Ya una vez este líquido pestilente se filtró en el suelo de la quebrada de Cocotea y contaminó las acequias, campos de cultivo y reservorios de Villa Verde.
Estos desechos tóxicos se producen luego de que se tritura el mineral en una chancadora y se les pulveriza en unos molinos. Para hacerlo se necesita mucha agua. El mineral que se consigue contiene partículas de cobre, molibdeno y otros minerales que no tienen valor económico. Para ello se utilizan reactivos químicos como cianuro y arsénico. El concentrado de cobre se transporta a la fundición de Ilo por tren. El 30% del agua es recuperada en tanques y se vuelve a utilizar; el otro 70% debe ser escondida, camuflada o eliminada de alguna manera. Los relaves de Toqepala y Cuajone debieron ser almacenados, como ocurre en la mayoría de minas de tajo abierto; pero en este caso, a la empresa Southern no se le ocurrió mejor idea que tirarlos al mar.



Así, 21 kilómetros antes de su desembocadura, el río Locumba soportaba un torrente contaminante y se volvía un basurero donde echaban los relaves que llegaban de Toquepala y Cuajone. Ese río tóxico llegaba a la bahía de Ite, ubicada en la provincia de Jorge Basadre. Durante 35 años, diariamente, se arrojaron 119.000 toneladas de estos desechos. Según un documento elaborado por el proyecto ERMISA ( Environmental Regulation of Mine Waters in South America), se trata de un importarte caso de contaminación por incremento de sólidos en suspensión, disminución de oxígeno y presencia de metales pesados.
El valle de Cinto, en Tacna, se secó. Era la zona de las uvas y de los ricos vinos y piscos. La Southern lo dejó como una pasa y se llevó el agua a Toquepala
Se formó una playa fangosa y verde que crecía cada año. Aproximadamente 300 kilómetros cuadrados quedaron contaminados. Según el mismo estudio, los relaves de menor granulometría terminaban en el fondo marino y sepultaban los sedimentos marinos ricos en materia orgánica. Pero esto no era todo: Un promedio de 2,000 toneladas métricas al día de escoria proveniente de la fundición, fueron arrojados al mar durante 22 años, lo que causó el deterioro de cinco kilómetros de litoral marino. Desaparecieron los peces y los crustáceos, que no resistieron la vida en aguas con altas concentraciones de arsénico, cadmio, plomo, cobre y cianuro.
Algo más que la fundición de Ilo desechaba era el mate, una costra negra que quedaba cuando se extraía el cobre, en el camino al valle del Tambo. Lo acumulaban y lo metían en un tren que iba dejando esta huella pegajosa a lo largo del litoral. Ésta es otra molestia de larga data que estos agricultores de Tambo han tenido guardada.
La recuperación de la bahía fue una bandera de la lucha social que recién vio resultados en el año 1985, cuando la empresa detuvo la descarga de escorias y, en 1995, cuando los relaves se empezaron a almacenar en el dique de contención de Quebrada Honda.
Un poco tarde, ¿no? Las zonas impactadas han quedado destruidas. No sirven para la pesca; ni siquiera para que la población disfrute de la playa. Por otro lado, un informe técnico del año 2004 reveló que se estaban generando líquidos en el depósito de relaves. La política del parche que cubre el chupo siguió reinando.
Ollanta, ¿te acuerdas de Locumba?
Contrario a lo que pueda pensarse, por la suerte que está corriendo su proyecto Tía María, Southern es una empresa afortunada: tuvo el extraño privilegio de ser la única en su rubro en no ser estatizada por Velasco. A pesar de todas las denuncias, sanciones y conflictos con la población se ha mantenido vigente por más de medio siglo.

Una de las víctimas de esta explotación minera es la provincia de Candarave, en Tacna. Sus pobladores se quejan de la paulatina ruina de sus fuentes de agua, la pérdida de su producción y de haber recibido una compensación insignificante. No se encuentran considerados en el área de influencia de la mina a pesar de ser los proveedores de agua.
Candarave se encuentra en la cuenca Locumba, que es una de las más afectadas. Se le ha otorgado a Southern la licencia para utilizar 1,950 litros de agua por segundo (510 de aguas superficiales y 1,400 litros de agua subterránea.) “¡Imagínense tanta agua! Esto ha afectado especialmente al río Callazas que abastecía nuestra irrigación de 8,800 hectáreas”, refiere Félix Laura, presidente de la comisión de regantes del distrito de Quilaguani, en dicha provincia. Desde hace muchos años su comunidad viene luchando porque se haga una revisión de la licencia, ya que- de acuerdo a su demanda- no es posible que la empresa se lleve agua dulce para su explotación y que a ellos los vayan dejando paulatinamente sin agua.
Laura dice que ellos no están en contra de la minería, ni tampoco piden que se vaya Southern. Total, ya hace mucho que están en la zona y no pretenden entablar una lucha estéril. Lo que piden es que no les malogren sus actividades básicas: la agricultura y la ganadería, sobre todo ahora que el Estado ha aprobado el proyecto de la ampliación de Toquepala.
Después de que el río Locumba sufriera los embates descritos anteriormente, y la agricultura se fuera a pique, los productores de la cuenca se concentraron en la ganadería. Esta región se convirtió en la tierra del famoso cordero candavereño, que tanto se ha celebrado en las últimas ediciones de Mistura. Pero ahora su crianza ha disminuido de manera considerable. “Teníamos miles de cabezas de ganado vacuno, entre ellos nuestro cordero de Candarave. Antes, el que menos tenía de 100 a 200 cabezas, ahora máximo tiene entre cuatro y cinco. Las tierras las tenemos aquí, pero no hay agua para regarlas. Los jóvenes han emigrado a Tacna”, se queja un poblador.
Lo mismo ocurre con la agricultura. Sus tierras antes producían maíz, papa, y habas para la venta. Ahora solo alcanza para el consumo. La producción de maíz ha sido la que más se ha afectado. Ha disminuido en 70%. De las 8,800 hectáreas solo pueden regar el 50%.
Félix Laura sostiene: “La Southern es la responsable de haber disminuido considerablemente el agua en las lagunas Aricota y Suches y de haber secado la laguna de Vizcachas”.
En la laguna de Aricota funciona una hidroeléctrica que provee de energía a la mina de Toquepala. Hasta hace algunos años, esa laguna tenía capacidad para 800 millones de metros cúbicos de agua: ahora no llega ni a 120. En el nuevo proyecto se ha previsto que se extraerá 1,950 litros por segundo de la languideciente laguna Suches y sus pozos perforados. “Nosotros hemos tenido una licencia para hacer irrigación de 3,000 litros por segundo del rio Callazas. El 2002 llegamos a tener licencia de 2,346 litros por segundo. En estos momentos no contamos ni con mil. El rio disminuye porque Southern tiene 12 pozos perforados y de ahí bombea para Toquepala y Cuajone. Lógicamente tiene que disminuir, la afectación es directa” señala el presidente de la comisión de regantes.
Los pobladores de Quilaguani quieren que les devuelvan sus aguas y se cumpla con la ley, para que la ampliación de Toquepala pueda desarrollarse.
Una de las alternativas para que el proyecto funcione con agua de mar desalinizada. La misma solución que está planteando Southern en Tía María, luego de tres muertos y a seis años de su primer Estudio de Impacto Ambiental. Otra posibilidad es captar el agua azufrada que les malogra sus sembríos. Podrían captar 2,000 litros por segundo. O hacer el trasvase del río Desaguadero. Todas estas alternativas presentan un gran problema para la empresa: suponen una mayor inversión.
Siendo Candarave la provincia que provee de agua a Southern para su explotación, no está considerada en el área de influencia de la mina. Por eso lo que reciben como parte de la repartición conjunta es una cantidad irrisoria en comparación de lo que dan, del perjuicio y del beneficio que reciben otras comunidades. Mientras que sus vecinos de Ilavalla reciben 40% de canon ( 27 millones de soles el año pasado), Candarave solo recibió dos millones.
La multas de Southern
No siempre esta empresa ha actuado con impunidad, sino más bien con cinismo, y ello se refleja en la cantidad de sanciones de las que ha sido objeto: doce multas desde que se creó la OEFA, en el año 2008. Cinco de ellas por procesos administrativos debido al incumplimiento de normas de protección ambiental, tres por incumplimiento del instrumento de gestión ambiental, dos por incumplimiento de las disposiciones administrativas y otras dos por incumplimiento de normas referidas a los residuos sólidos.
En total, la suma asciende a 530, 745 dólares, que termina siendo una bicoca en relación al perjuicio causado y, sobre todo, a la inversión que supondría evitar estas irregularidades. La vulneración de la normatividad ambiental termina siendo una opción muy rentable. Mucho más cuando se tiene un Estado que se pone del mismo lado del mostrador y ha reducido las multas de la OEFA en un 50%.






En el año 2010 el alcalde de Candarave, Mario Copa Conde, denunció que su provincia se encontraba al borde de la desertificación (pérdida de la capacidad de producción de un suelo), y pedía que los doce pozos que extraen agua del subsuelo dejaran de bombear. Dieciséis años después, los pozos siguen intactos. El Estado, lejos de tomar medidas para revertir esta catástrofe ambiental, insiste en hacer oídos sordos a los cuestionamientos de la población respecto a la ampliación del proyecto de Toquepala.


No siempre esta empresa ha actuado con impunidad, sino más bien con cinismo, y ello se refleja en la cantidad de sanciones de las que ha sido objeto: doce multas desde que se creó la OEFA

Un pasado que no pasa
Con Southern no es suficiente la frase “su pasado lo condena”. Los hechos relatados vienen a ser una suerte de madre del cordero que explican el resentimiento y la desconfianza de la población que se rebela al proyecto Tía María. No son un mal recuerdo sino, más bien, expresión muy actual de cómo se relacionan con la población.

En Tía María, el primer Estudio de Impacto Ambiental (EIA) fue declarado inadmisible por el Estado, debido a su inconsistencia advertida y rechazada por la población. Tuvieron más de cinco años para estructurarlo bien, pero nada. No es solo que la población ya no les crea, sino que el propio documento dejaba muchas dudas.

El Observatorio de Conflictos Mineros de Cooperacción encontró una serie de incongruencias en un estudio que estuvo oleado y sacramentado. Pero no fueron los únicos. El propio Ministerio de Energía y Minas realizó 138 observaciones cuyas respuestas no dejaron satisfechos a los pobladores.

Según Ana Leyva, de Cooperacción, hay tres deficiencias graves: que no se brinda mayor información sobre la presencia de oro en el yacimiento; que no existe garantía de que la cantidad y calidad del agua alrededor del proyecto no serán afectados negativamente; y que no existe garantía de que habrá un adecuado plan de manejo ambiental de la planta de desalinización de agua de mar.
El caso de la salmuera es especial porque tiene que ver con uno de los principales ofrecimientos de la empresa: la desalinización. En el proyecto se contempla devolver la salmuera al mar, lo cual puede tener consecuencias funestas para la ecología. El ministerio, preocupado por ello, recomendó que se hiciera un ensayo de ecotoxicidad con bioindicadores como la artemia franciscana. La empresa le tiró arroz a la sugerencia: “ En lugar de realizar un ensayo de ecotoxicidad, se implementará un programa de monitoreo ambiental participativo. ¿Por qué insistir en echar la salmuera al mar? ¿Por qué mejor no hacen sal para almacenarla y venderla?”, se pregunta la especialista.

Hay observaciones hechas por el Ministerio de Energía y Minas que parecen las correcciones de un examen escolar. En la número 21, por ejemplo, solicitan precisiones sobre la ubicación de los componentes del proyecto y que se adjunte un mapa sobre la ubicación. “La ubicación de lugares como la cancha chancadora deben ir en el resumen ejecutivo. ¿Cómo generas una relación de confianza si levanta suspicacias con este tipo de cosas? ”, concluye Leyva.

Por su parte, José de Echave, exviceministro de Ambiente, considera que el Estado debe ser más riguroso en las evaluaciones de los EIA y muy drástico cuando el propio estudio tiene falencias. “El Estado podría haber declarado inadmisible el EIA de Tía María porque faltaba tal o cual información; no digo desaprobar, pero si declararlo inadmisible para darle un mensaje a una empresa que sabemos no tiene los mejores antecedentes en el país”, manifiesta.

A esto hay que añadir que los funcionarios encargados de ver los EIA están muy presionados por aprobarlos. Ahora solo tienen 45 días para dar un veredicto. Y, por lo general, siempre es favorable a la empresa. Se trata de documentos de miles de páginas. Los funcionarios no se dan abasto, y si se demoran deben afrontar sanciones muy duras. En el anterior gobierno se llegó a aprobar un promedio de 265 informes al año.

“Uno se da cuenta que muchos EIA son unos mamarrachos porque se hacen bajo la hipótesis de que nadie los va a revisar. Son un copy- paste. Algunos están escritos por partes en castellano e inglés. Jalan información de otros documentos porque nadie los revisa con rigurosidad”, advierte José De Echave.
Lo que está ocurriendo en Islay estaba cantado. Uno tras otro, los gobiernos se fueron pasando esta papa caliente hasta que llegó al rebelde de Locumba. Ahora el levantamiento es contra él.
(Foto: La República)