domingo, 13 de octubre de 2013

Cambio climático en el Perú: actuar o lamentar


Escribe: Alfredo Palacios Dongo.

El pasado día 8 se inició la Reunión Anual del Grupo del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, analizándose como las políticas económicas de los países sirven como prevención del cambio climático, resaltándose que, para este fin, Zambia y Filipinas, realizaron arreglos institucionales incrementando sustancialmente sus presupuestos en 40% y 25% respectivamente.

El ministro del Ambiente Manuel Pulgar-Vidal manifestó que “tenemos que tomar acciones rápidas ante el cambio climático”, pero parecieran ser declaraciones coyunturales, porque siendo uno de los países más vulnerables del mundo y sufriendo ya sus graves consecuencias no actuamos en adaptación, reducción de vulnerabilidades y mitigación. El 2012 el gobierno presentó el Plan ante el Cambio Climático (PlanCC), pero recién en la Fase I (hasta 2014) se está revisando opciones y escenarios de largo plazo.

Los efectos del calentamiento global ocasionan en nuestro país escasez de agua por grave reducción de nuestros glaciares que en los últimos 35 años han disminuido 22% equivalente a la pérdida de 7,000 millones de m3 de agua, o de 10 años de consumo de agua en Lima afectando el consumo humano, procesos industriales y generación energética, pero principalmente impacta sobre la agricultura, además de falta de agua para riego, las sequías, heladas o exceso de lluvias ocasionan en cada campaña pérdidas de 15,000 hectáreas de cultivos, y también, a la producción pesquera por aumento de temperatura del agua de mar, y hasta pérdida de biodiversidad y extinción de especies.

Bajo este panorama, nuestras emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) se incrementan en proporción al crecimiento económico. Según el Ministerio del Ambiente, requerimos cientos de millones de dólares para el proceso de adaptación pero solo contamos con US$ 100 millones de cooperación internacional. De recursos del Fondo Verde para el Clima, establecido por la ONU en 2010, hemos accedido a US$ 50 millones para reducir la deforestación, la cual, sin embargo, sigue destruyendo nuestros bosques a razón de 160,000 hectáreas anuales.  

Si el gobierno, aparte de la cooperación internacional, no otorga suficientes recursos para el proceso de adaptación y mitigación a este fenómeno (predicción de eventos climáticos, gestión del agua, energías renovables, manejo de residuos y deforestación) como lo están haciendo otros países, estaremos lamentando pérdidas al 2050 de hasta US$ 855,000 millones (según estudio del BCR), afectando gravemente nuestro PBI y años de crecimiento. 


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