miércoles, 15 de agosto de 2012

TRAGEDIA NUCLEAR DE FUKUSHIMA CAUSA ALTERACIONES GENÉTICAS EN MARIPOSAS AZULES.


N de R:
Un accidente nuclear o incidente nuclear, dependiendo de la gravedad, es la  emisión involuntaria y accidental de materiales radiactivos o un nivel de radioactividad susceptible de perjudicar la salud pública.
El 11 de marzo de 2011 ocurrió el accidente nuclear de Fukushima Daiichi o Fukushima I, en la Central nuclear Fukushima I. Este accidente comprendió una serie de hechos concomitantes como: las explosiones en los edificios que albergan los reactores nucleares, fallos en los sistemas de refrigeración y liberación de radiación al exterior, registrados como consecuencia de los desperfectos ocasionados por el terremoto de Japón oriental.
Pocos días después del accidente se detectó yodo radiactivo en el agua corriente de Tokio, así como altos niveles de radiactividad en leche producida en las proximidades de la central y en espinacas producidas en la vecina Prefectura de Ibaraki.
Una semana después del accidente se pudieron detectar en California partículas radiactivas procedentes de Japón, que habían atravesado el Océano Pacífico. Posteriormente se detectó yodo radiactivo en Finlandia. En ambos casos se descartó que los niveles de radiación detectados no eran peligrosos.
El día miércoles 27 de abril se detectó en España, y en otros países de Europa según el Consejo de Seguridad Nuclear, un aumento de yodo y cesio en el aire, proveniente del accidente de Fukushima. El Consejo de Seguridad Nuclear afirmó que no existía peligro para la salud. El gobierno japonés reconoció que la central nuclear no podrá volver a ser operativa y que se desmantelará una vez que se haya controlado el accidente.
MARIPOSAS MUTANTES
Un grupo de científicos japoneses acaba de publicar una investigación en la revista Nature según la cual la radiación emitida por la planta Fukushima Daiichi ha generado alteraciones genéticas y daños fisiológicos a las conocidas “mariposas azules”.
El estudio revela que alrededor del 12 % de las pequeñas mariposas de la familia de las Lycaenidae expuestas a la radioactividad aún en estado de larva durante la catástrofe desarrollaron anomalías.
Una segunda camada de mariposas fue capturada con fines reproductivos en las inmediaciones de la central a dos meses del accidente, de las cuales un 18% mostraba problemas semejantes, según informó Joji Otaki, profesor de la Universidad Ryukyu de Okinawa.
La proporción aumentó aún más en la tercera generación, llegando hasta un 34 por ciento, a pesar de que los científicos habían acoplado mariposas sanas de otra región con las de Fukushima para la muestra.
Seis meses después del desastre, un nuevo lote de insectos fue atrapado cerca de Fukushima y, esta vez, la tasa de anomalía de la generación siguiente fue medida en 52%, precisó Otaki.
Las anomalías consistían en un agrandamiento de los ojos de los insectos y un significativo achicamiento de las alas menores.
Los científicos advirtieron que los resultados del estudio deben ser tomados con precaución, ya que sólo se analizó una especie de mariposas; sin embargo, aseguran que los efectos de la radiación emitida por Fukushima Daiichi sobre los pequeños insectos son indudables.
El temor por los efectos en otras especies va en aumento, aunque dependerá de futuros estudios, aseguraron los investigadores.
La investigación de los científicos de la Universidad de Ryukyu en la isla de Okinawa es una de las pruebas que las autoridades encargaron para analizar el impacto del accidente en el medioambiente y en los alimentos.
Fuente: Revista Nature

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