Los ambientalistas
advierten de que la creciente popularidad del turismo polar podría amenazar
seriamente al ecosistema de la región: los visitantes traen bacterias
patógenas, que pondrían en peligro la salud de los pingüinos de la Antártida.
Los científicos
advierten que los turistas en la región polar, sin saberlo, pueden desempeñar
un papel fatal en el futuro del ecosistema de la región. Junto con los
visitantes, en el continente entran bacterias y virus contra los que la fauna
local no tiene inmunidad, informa 'New Scientist'.
"El efecto de
la creciente industria del turismo polar, así como de la presencia de los
investigadores, no puede pasar desapercibida", afirma Ray Grimaldi, un
investigador de la Universidad de Otago (Nueva Zelanda). Uno de los ejemplos
sería la gripe aviar, que causó una epidemia y la muerte masiva en las colonias
de pingüinos papúa en el 2006 y 2008.
En el verano del
2014 en la colonia de pingüinos de la costa del golfo de la Esperanza también
se registró un brote de una enfermedad desconocida. A causa de esta, los
pingüinos perdían las plumas y morían rápidamente.
FOTO: Reuters/
Ilya Naymushin
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