En medio de la selva amazónica existen
enormes extensiones donde vive un sólo tipo de árbol, lo que contrasta con su
habitual, variada y tupida vegetación. ¿A qué se debe esto?
El Duroia hirsuta es un árbol que se
desarrolla en grandes extensiones de la selva amazónica pero con una
particularidad: las plantas de otras especies no crecen a su alrededor.
Las leyendas de los pueblos
originarios locales aseguran que esto se debe a que, por las noches, el demonio
se hace presente y limpia toda la maleza que hay en torno a este árbol. De esta
forma, los llamados "jardines del Diablo" se han considerado tradicionalmente
lugares en los que no es recomendable adentrarse por las noches.
Sin embargo, distintos estudios
científicos han revelado la verdadera razón por la que se da este fenómeno. Se
trata de una relación de mutuo beneficio entre la planta y las llamadas
"hormigas limón".
Una
casa, un jardín
Myrmelachista schumanni es el nombre
científico de la "hormiga limón". Estos insectos tienen la capacidad
de inyectar ácido fórmico a sus víctimas (sean plantas o animales). Esta
sustancia es un herbicida orgánico que se puede usar tanto para preservar
alimentos como para veneno.
Este tipo de hormigas construye su
hogar en los tallos de los Duroia hirsuta. Sus recámaras resultan inaccesibles
para posibles predadores, con lo cual la colonia de insectos queda completamente
a salvo en ellas.
Como agradecimiento, las hormigas se
convierten en jardineras y defensoras y salen a combatir regularmente cualquier
amenaza contra este tipo de árboles. Cualquier insecto o animal que se acerque
es inmediatamente atacado por ellas.
De la misma forma, patrullas de
Myrmelachista schumanni inspeccionan los alrededores en busca de retoños de
otro tipo de plantas. Si se trata de un Duroia hirsuta lo dejan vivir, pero si
es otra especie primero lo carcomen y luego, a través de los huecos generados,
le inyectan el ácido fórmico, acelerando su proceso de putrefacción. Así
eliminan cualquier competencia y permiten el desarrollo de futuros árboles
donde seguir expandiendo su colonia.
Colonias
de ocho siglos
La bióloga de la Universidad de
Stanford, Megan E. Frederickson, que estudió los "jardines del diablo"
en Perú, detalló que la hormiga "nidifica en los tallos de los Duroia
hirsuta" y crea "jardines del diablo envenenando todas
las plantas, excepto a sus huéspedes, con ácido fórmico". Es así
como "al
matar otras plantas, M. schumanni proporciona a sus colonias abundantes
nidos" lo cual se convierte en un enorme "beneficio a largo plazo, con colonias que viven hasta 800
años".
Por su parte el coautor de la
investigación de Frederickson, Michael J. Greene, profesor asistente de
biología en la Universidad de Colorado-Denver, apuntó: "Este trabajo es un
ejemplo realmente notable de cómo efectivamente las hormigas pueden manipular
su entorno para promover su propia supervivencia".
Foto: El árbol y la
hormiga: ¿Qué son los "jardines del diablo"? Youtube / @Александр
Михайлюк
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