viernes, 21 de julio de 2017

Deshielo de la Antártida aumentará nubes


Aumenta el nitrógeno atmosférico

Investigadores estudian partículas suspendidas en el aire.
Antártida
El hielo marino antártico se convierte, al deshacerse, en una fuente desconocida hasta ahora de nitrógeno atmosférico, un compuesto que favorece la formación de nubes, según un estudio internacional.
El resultado de la campaña antártica PEGASO 2015, liderada por los investigadores del español Consejo Superior de Investigaciones Científica (CSIC) Rafael Simó y Manuel Dall’Osto, ha demostrado que “en la atmósfera de la Antártida hay partículas que provienen de la vida microscópica que habita en el hielo marino y las aguas que le rodean”.
“El deshielo del océano Antártico acelerado por el cambio climático puede favorecer la emisión de sustancias formadoras de nubes, un proceso que hasta ahora no se había tenido en cuenta en los estudios del clima polar”, asegura el estudio.
Durante un mes y medio del verano austral, un equipo internacional analizó las partículas suspendidas en el aire mientras navegaba por la región de la Península Antártica y el norte del Mar de Weddell, para luego contrastar los datos recogidos con el análisis del agua del océano y del hielo marino.
Es necesaria una mirada global y conjunta sobre las interacciones entre océano, hielo, atmósfera y vida, si queremos entender y ser capaces de predecir la compleja maquinaria del clima, explica Dall’Osto en la investigación.
Investigadores
En la campaña PEGASO 2015 participaron también investigadores de las universidades Nacional de Irlanda, de Birminghan, de Plymouth y de Mainz, el Instituto de Química Analítica Instrumental de Bologna, el Instituto Meteorológico Finlandés y el Instituto de investigación en Biodiversidad y Medio Ambiente de Bariloche (Argentina).
El viento favorece el deshielo en el lado opuesto de la Antártida
El viento en la zona oriental de la Antártida favorece el deshielo en la península Antártica Occidental, situada a unos 6,000 kilómetros en el lado opuesto del continente blanco, según un estudio publicado en Australia.
La investigación encontró que el viento en el este antártico puede generar un oleaje que se propaga alrededor del continente a unos 700 kilómetros por hora en lo que se conoce como ola Kelvin.
Según el estudio, cuando las olas alcanzan la pronunciada topografía submarina de la península estas empujan aguas más cálidas contra el hielo del litoral de esta zona, cercana a la corriente cálida que circunvala el polo sur.
“Es esta combinación de disponibilidad de agua cálida y su transporte hacia la placa lo que ha causado un rápido deshielo a lo largo del sector antártico occidental en las últimas décadas”, dijo el jefe del estudio, Paul Spence, en un comunicado de la Universidad de Nueva Gales del Sur.
Spence precisó que ya se sabía que el agua cálida lograba acceder a la zona pero que hasta ahora se desconocía cómo lo hacía.
También apuntó al cambio climático como posible causa de la variación del comportamiento del viento en la Antártida.

La investigación determinó que estas variaciones del viento pueden elevar 1 grado centígrado la temperatura del agua en el fondo de placas de hielo flotante en la península.

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