“Frente al deterioro ambiental global, quiero dirigirme a cada persona
que habita este planeta (…) Debemos buscar otros modos de entender la economía
y el progreso”, afirma la máxima autoridad de la Iglesia Católica.
Por Frei Betto
ALAI, 20 de junio, 2015.- En homenaje a San Francisco de Asís, el papa
Francisco lanzó una encíclica holística, “Alabado Sea”, en la cual asocia la
degradación ambiental al aumento de la pobreza mundial.
El texto constituye un llamamiento urgente a la humanidad para salir de
la “espiral de autodestrucción”.
El jefe de la Iglesia Católica condena el actual modelo de desarrollo
centrado en el consumismo y en la obtención del lucro inmediato. Denuncia “la
incoherencia de quien lucha contra el tráfico de animales en riesgo de
extinción, pero permanece completamente indiferente ante la trata de personas,
se desentiende de los pobres o se empeña en destruir a otro ser humano que le
desagrada”.
Salvar el planeta es salvar a los pobres, clama Francisco. Ellos son las
principales víctimas de las secuelas dejadas por invasiones de tierras
indígenas, destrucción de los bosques, contaminación de ríos y mares, por uso
excesivo de agrotóxicos y energía fósil.
El texto rescata la interacción bíblica entre el ser humano y la
naturaleza y hace mea culpa en cuanto al modo en que la Iglesia interpreta el
mandato divino de “dominar” la Tierra.
También amplía el significado de “No matarás”: “Un veinte por ciento de
la población mundial consume recursos en tal medida que roba a las naciones
pobres y a las futuras generaciones lo que necesitan para sobrevivir”.
No hay desarrollo social positivo y el progreso científico positivos,
advierte el papa, sin el respaldo de la ética y la centralidad del bien común
en todo lo que se investiga y planifica.
El combate a la idolatría del mercado es enfático, al señalar que el
hambre y la miseria no van a terminar simplemente con el crecimiento de la
economía. “El mercado por sí mismo no garantiza el desarrollo humano integral y
la inclusión social”.
Más allá de criticar como inocuas todas las reuniones importantes de la
cumbre sobre el tema del medio ambiente, ya que las buenas intenciones no salen
del papel, Francisco amplía el concepto de la ecología para resaltar la
“ecología integral”, la “ecología cultural” y la “ecología de la vida
cotidiana”.
Ninguna otra encíclica contiene tanta poesía. Francisco destaca que
“Todo el universo material es un lenguaje del amor de Dios… El suelo, el agua,
las montañas, todo es caricia de Dios”.
Descarga el texto completo de la encíclica “Alabado Seas” [PDF, 1 MB,
192 páginas] con un clic en el siguiente enlace: http://www.aica.org/subidas/1438.pdf
fnh.vps.20.jun.2015
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